viernes, 26 de octubre de 2012

Antigua silla capitoné de correos restaurada


Encontré esta silla en una chatarrería a la que suelo ir porque tienen gran cantidad de muebles escondidos bajo capas de polvo y a los que se les puede sacar mucho partido. Creo que es el mueble al que más horas le he tenido que dedicar porque no sólo era restaurar la madera, también tenía que tapizar.



Lo primero que hay que hacer es quitar el tapizado y empezamos por las chinchetas, nos va a resultar mucho más fácil con una herramienta que se llama patacabra y la venden en cualquier ferretería, si no con un simple destornillador de pala y unas tenazas nos podremos apañar. Aquí sí nos tendremos que armar de paciencia, a esta silla le quité seiscientas chinchetas nada más y nada menos. A continuación vienen las grapas, mejor no digo cuántas quité, y así hasta dejar la silla en el esqueleto (hay que retirar las telas del tapizado sin romperlas porque nos van a servir para sacar los patrones de las telas nuevas). Procedemos a lijar, yo utilicé una lijadora mouse pues eran superficies pequeñas. Me apetecía darle un tinte clarito tipo roble ahumado, que tiene un tono verdoso que me gusta mucho para sillas y sillones, pero con un envejecido con cera blanca, así que después de lijarla la cepillé con un cepillo de cerdas de acero, ésto le deja a la madera unas grietecitas como arañazos en los que se quedará la cera blanca incrustada. La silla ya estará lista para darle el tinte (yo lo prefiero al agua), después de dejar secar al menos un día podemos darle una mano de tapaporos incoloro mate (al agua), y una vez seco también  la cera blanca, con una brochita vamos dando por partes porque se seca rápido, embadurnamos bien, dejamos secar un poco y retiramos frotando con un trapo para que sólo quede cera blanca dentro de las grietecitas que hicimos al principio con el cepillo de acero (si cuesta demasiado retirarla porque se haya secado mucho se puede impregnar un poco el trapo con aguarrás). Ya está preparada para tapizar, dependiendo de cómo sea la silla os resultará más o menos complicado tapizarla, fijaros bien cuando esteis quitando el tapizado de cómo está puesto todo, incluso a las cosas mas complicadas le podeis hacer fotos antes de retirar la tela. 

miércoles, 24 de octubre de 2012

Renovar tu aparador de televisión

Con sólo cambiar el color de tus muebles del salón tendrás una nueva estancia más luminosa y actual. Este aparador de televisión ha pasado de ser un mueble  oscuro y triste a ser mucho más original y vistoso.
Yo opté por lijarlo entero y dejarlo en madera natural antes de pintarlo, pero si se busca una buena imprimación (o fondo) que cubra bien sólo bastaría con lijarlo a mano con una lija de grano medio para quitarle la grasa y la suciedad pero sin necesidad de quitarle toda la pintura que tenga (por supuesto hay que desmontar todo lo que son puertas, herrajes y baldas que no sean fijas). A continuación tapamos con masilla todas las grietas e imperfecciones (a mi me gusta la masilla al agua pues se pueden retirar los restos con agua y si se va a teñir coge mejor el tinte). Después que se haya secado (dos o tres horas) lijamos para alisar y limpiamos bien el mueble para retirar cualquier resto de polvo (cada vez que lijemos el mueble hay que retirar el polvo antes de pintar), y ya podemos dar la primera mano de imprimación (a mi me gusta más la acrílica, o sea, al agua, y si el mueble se va a pintar de blanco  mejor que la imprimación sea blanca también). No me gusta pintar con pistola, uso rulillos de esponja y por supuesto pinceles pequeños para rincones donde no llega el rulo. Normalmente con dos manos de imprimación es suficiente pero eso ya depende del criterio de cada uno y de cómo vayais viendo el mueble. Una vez haya secado la primera mano de imprimación ,que suele tardar un día más o menos en secar completamente, se procede a lijar, siempre en el sentido de la veta, con lija de grano medio o lana de acero fina (yo prefiero la lana de acero), hasta que al tocar la superficie pintada notemos que está mucho más suave, a medida que vayamos lijando vamos pasando la mano y notaremos la diferencia entre la parte lijada y la que no lo está. A continuación la siguiente capa de imprimación y siguiente mano de lija, y ya podemos dar la primera mano de terminación (yo suelo usar pintura acrílica blanca mate), lija otra vez y otra capa de pintura si el mueble lo requiriese, ya depende de cómo lo querais de blanco. Y por último la última mano de lija para darle la terminación más fina (yo suelo pulirlo un poco con un guante de crim). Los cajones en vez de pintarlos en blanco los teñí en color miel (hay tintes de muchísimos colores tanto al agua como al disolvente, a mi me gustan al agua, pero también os lo pueden hacer a vuestro gusto en cualquier casa de pinturas), y una vez secos los barnicé con barniz incoloro mate, con una brochita suave, aquí no se puede utilizar rodillo.
Aunque parezcan demasiados pasos a seguir os aseguro que una vez que os pongais manos a la obra es muy fácil y si teneis alguna duda estaré encantada de ayudaros en lo que necesiteis.